-Terapia de enfermedades monogénicas hereditarias: Se usa en aquellas enfermedades metabólicas en las que no se puede o no es eficiente la administración de una proteína deficitaria. Se proporciona el gen defectivo o ausente.
-Terapia de enfermedades adquiridas: Entre este tipo de enfermedades la más destacada es el cáncer. Se usan distintas estrategias, como la inserción de determinados genes suicidas en las células tumorales o la inserción de antígenos tumorales para potenciar la respuesta inmune.
Las células diana tales como las células del hígado o del pulmón del paciente se infectan con el vector. El vector entonces descarga su material genético que contiene el gen humano terapéutico en la célula diana. La generación de un producto funcional de la proteína codificada por el gen terapéutico restaura la célula diana a un estado normal.
La terapia génica somática se puede dividir en dos categorías: ex vivo (donde las células se modifican fuera del cuerpo y después se trasplantan otra vez) e in vivo (donde los genes se modifican directamente en células en el cuerpo).
Hay una variedad de diversos métodos para sustituir o para reparar los genes alterados en la terapia génica.
Un gen normal se puede insertar en una localización no específica dentro del genoma para sustituir un gen no funcional. Este acercamiento es el más común. Un gen anormal se podría intercambiar por un gen normal con la recombinación homóloga. El gen anormal se podría reparar con la mutación reversa selectiva, que vuelve el gen a su función normal. La regulación (el grado por el cual un gen se activa o inactiva) ...
- El gen debe estar aislado y debe estar disponible para la transferencia, normalmente por clonación.
- Debe haber un medio efectivo para la transferencia del gen. Por el momento, muchos ensayos utilizan vectores retrovíricos, aunque también se emplean otros métodos, como los vectores adenovíricos y las técnicas físicas y químicas.
- El tejido diana debe ser accesible para la transferencia genética. La primera generación de procesos de terapia génica utiliza glóbulos blancos o sus precursores como tejido diana.
- No debe haber ninguna forma de terapia efectiva disponibles, y la terapia génica no debe dañar al paciente
PROBLEMAS DE LA TERAPIA GÉNICA Y DE SUS APLICACIONES
En los últimos años, se ha puesto en duda la seguridad de los ensayos realizados con la terapia génica, a raíz de que en 1999 se hiciese pública la noticia de la muerte de un paciente (Jesse Gelsinger, de 18 años), como consecuencia del tratamiento de terapia génica al que estaba sometido para intentar curar la deficiencia de la ornitina transcarbamilasa que padecía. La modificación del material genético de una célula afecta tanto a la célula como a sus descendientes. Los principales miedos se centran en las alteraciones genéticas de la línea germinal.
Algunos de los problemas de la terapia génica son:
La naturaleza de la propia terapia génica hace que pacientes tengan que someterse a múltiples rondas de terapia génica.
La respuesta inmune. Siempre que un objeto extraño se introduzca en los tejidos humanos, el sistema inmune ha evolucionado para atacar al invasor. La posibilidad de que el sistema inmune reduzca la eficacia de la terapia génica existe. Además, el sistema inmunitario mejora su respuesta la segunda vez que el invasor penetra en el organismo, por tanto es difícil que esta terapia génica se pueda repetir en pacientes.
Problemas con los vectores virales. Podrían contaminarse tanto por sustancias químicas o por el virus virulento. Recombinaciones indeseadas en estos vectores podrían acarrear enfermedades con una virulencia impredecible . Además presentan otros problemas como la toxicidad, respuestas inmunes e inflamatorias, etc. Trastornos multigénicos. Trastornos que surgen de mutaciones en un único gen. Lamentablemente, algunos de los trastornos más comunes producen enfermedades cardíacas, presión arterial alta, la enfermedad del Alzheimer, artritis, diabetes... y son causados por los efectos combinados de las variaciones de muchos genes. Estos trastornos podrían ser especialmente difíciles para el tratamiento eficaz con el uso de terapia génica.
Podrían darse modificaciones en células germinales. La introducción involuntaria de genes en estas células expondría a la descendencia a un altísimo riesgo.
Aunque en los ensayos no se ha dado transferencia (contagio) a otras personas en contacto, esto aún no puede ser descartado. Los pacientes tratados pueden tener vectores en sangre, heces, orina, semen...
Posibilidad de inducir un tumor (mutagénesis). Si el ADN se integra en el lugar equivocado en el genoma, por ejemplo en un gen supresor tumoral, podría inducir a un tumor. Esto ha ocurrido en los ensayos clínicos para SCID (Inmunodeficiencia Combinada Severa) ligada al cromosoma X, en donde las células madre hematopoyéticas de los pacientes se traducen utilizando un retrovirus. Esto condujo al desarrollo de la leucemia en 3 de 20 pacientes. Sin embargo, ante el riesgo de padecer un tumor maligno, existen también estrategias, las cuales se reflejan en el cuadro: